By ¿Marchas si, procesiones no? Qué clase de libertad es esta
La noticia le cayó como un balde de agua a los feligreses luego que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, mencionara que la semana santa este año se celebrará, pero sin actos en los que haya aglomeraciones, como las procesiones, para evitar de ese modo un tercer pico de la pandemia del coronavirus. «Semana Santa no se nos puede volver otra Navidad. Tenemos que aprender la lección», dijo López al referirse a la Semana Santa que irá del 28 de marzo al 3 de abril.
Ante la decisión, los capitalinos mostraron su descontento puesto que cuestionan que mientras ella da vía libre a las marchas “pacíficas” en la capital, las cuales también generan aglomeraciones sin medidas de bioseguridad, desmanes, vandalismo, pérdidas para el comercio, las manifestaciones religiosas son restringidas. Los feligreses quienes sienten que es injusto con ellos, no entienden por qué otros sí pueden desplazarse, si bien las procesiones realizadas por la iglesia no generan desmadres en la ciudad.
Tomada de Elespectador.com
Y es que, aunque Colombia tuvo su peor momento de la pandemia en enero pasado debido a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, con las medidas restrictivas para esta Semana Santa se busca que eso no se repita. Sin embargo, para muchos que apenas empiezan a recuperarse económicamente, sienten que hay muchas incongruencias en la toma de decisiones por parte del gobierno.
Las críticas crecen aún por los estragos que dejaron las marchas del pasado 8 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer en Bogotá, paredes pintadas, comercios vandalizados, estaciones y buses de Transmilenio destruidos, iglesias y entre otros que fueron dañados a su paso.
¡La protesta no puede involucrar violencia!
Hacemos un llamado a la calma a todas las mujeres que hoy marchan por sus derechos y en defensa de sus causas. ¡Protejamos la vida! pic.twitter.com/BJ9SNzmzFH
— Secretaría de Gobierno (@GobiernoBTA) March 8, 2021
En Madrid, España, por ejemplo, ha habido manifestaciones y caceroladas, lo que el epidemiólogo Pedro Gullón explica que “la diferencia, el por qué unas sí y otras no, puede deberse a la posible magnitud que puede alcanzar”.
Algunas de las manifestantes que recientemente participaron en la marcha del 8M justifican sus actos reclamando derechos e igualdades que el estado no quiere reconocer a las mujeres.
Ante las posiciones divididas que tiene la alcaldesa, muchos también se preguntan qué tipo de libertades tenemos durante la pandemia, hay libertad de manifestaciones laborales, estudiantiles, feministas, pero no hay libertad de credos o religiones.
La iglesia de Monserrate, situada en lo alto de los cerros de Bogotá, es uno de los principales lugares de peregrinación del país y recibe miles de personas cada año por estas fechas. El año pasado las celebraciones religiosas fueron virtuales o televisadas desde el Vaticano y la catedral Primada. Este año, se prohibirán las misas presenciales en el interior de los templos.
El secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, indicó que las iglesias bogotanas deben acercarse a las alcaldías locales o a la Secretaría de Gobierno para solicitar que se les asigne una plaza o parque para realizar las celebraciones de la Semana Mayor.
La Secretaría de Gobierno y la misma Claudia López han reconocido que marchas como la del 8M dejaron huellas negativas en la ciudad como lo han manifestado en las respectivas cuentas de twitter, sin embargo, se ha visto que otras marchas autorizadas por la Alcaldía también han generado afectaciones a la movilidad y a la ciudadanía como las recientes marchas estudiantiles, los paros camioneros o las del 21N.
Lamento que marchas pacíficas reivindicando causas de las mujeres, sean aprovechas por unas 30 mujeres absolutamente violentas que agredieron a periodistas, rompieron estaciones de TM y establecimientos. Eso no es democracia, ni feminismo. Es violencia absolutamente inaceptable. https://t.co/vbQqNjGE3U
— Claudia López ? (@ClaudiaLopez) March 8, 2021
Así mismo, la preocupación más allá de que la celebración de la Semana Santa tenga restricciones, es una semana que convoca a miles de fieles, en su mayoría mayores de edad, que si bien hay una gran población que ya fue vacunada para prevenir el contagio por covid-19, aún son población de riesgo y a quienes se quiere mantener bajo cuidados.
Por ahora el debate continúa en redes sociales bajo quienes se oponen a las restricciones y piden mayor libertad para respetar la semana Mayor, otros que defienden cualquier tipo de marcha como forma de expresarse ante cualquier acto que se considere se estén vulnerando los derechos de la sociedad y finalmente, los que prefieren que las marchas sean canceladas por el bien de la comunidad para evitar contagios o actos vandálicos de personas desadaptadas o infiltradas en las mismas.
