Tomada de Kienyke.com
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Libertad para portar armas, así es el polémico proyecto

Una vez más bajo la lupa se encuentran los congresistas María Fernanda Cabal y Christian Garcés, quienes radicaron un proyecto que les permitiría a los colombianos portar armas para defenderse de los delincuentes.

Los funcionarios junto con el apoyo de varios miembros de la bancada del Centro Democrático y otros partidos, adelantaron esta polémica propuesta que busca eliminar la figura del porte especial de armas, adoptada durante el Gobierno de Juan Manuel Santos.

Según ellos, el efecto de la figura adoptada en el anterior Gobierno redujo las posibilidades de protección personal a miles de colombianos que venían beneficiándose del poder disuasorio de las armas amparadas por el Estado.

Sin embargo, desde el pasado, el presidente Iván Duque ha prorrogado dicha prohibición por todo 2021, luego de identificar que la medida de Santos fue exitosa, de hecho, desde 2016 cada año esta prohibición ha sido prolongada.

Según Cabal «los colombianos están pidiendo a gritos poderse defender de los peligros constantes a los que están expuestos, no solo en las ciudades, sino también en las zonas rurales de difícil acceso (…) Con frecuencia vemos cómo, criminales dispuestos a todo, cobran vidas de inocentes y en todos los casos hubo un factor determinante: Las víctimas no tuvieron cómo defenderse».

Por su parte Garcés, la intención no es armar a todos los colombianos, sino fortalecer el monopolio del Estado sobre las armas; fomentando el registro de estas, con un proceso de requisitos y tiempos claros para que las autoridades expidan permisos de tenencia y porte a la ciudadanía que opte por protegerse con un arma de corto alcance.

Pero la propuesta genera miles de dudas y comentarios frente a la posibilidad que incremente la violencia en el país, que este tipo de elementos lleguen a manos de jóvenes o niños, incluso que la misma violencia intrafamiliar incremente debido a la posesión armas dentro de una vivienda.

Justicia por mano propia

Frente al argumento que usan algunos detractores del porte legal de armas al decir que esto provocaría el tomar la justicia por mano propia, la senadora Cabal ha señalado que es falso y que esta medida lo único que hace es reducir los efectos de una criminalidad que, según ella hoy en día se encuentra desbordada.

Por otro lado, otros aseguran que esto incrementa la inseguridad en las calles; otros lo ven como la solución ante el incremento de los hurtos y asesinatos. Sin embargo, se ha abierto nuevamente el debate de qué es lo mejor para combatir el crimen organizado.

Según el Departamento de Comercio y Control de Armas, Municiones y Explosivos del Comando General de las Fuerzas Militares, el total de armas registradas por los colombianos son 531.455, de las cuales 340.283 tienen permiso para portarlas y 191.172 tiene permiso de tenencia.

Así mismo, entraría en debate la manera de judicializar a una persona que en defensa propia accionó un arma contra un supuesto delincuente.

Pero qué tan fácil es acceder a un permiso para portar un arma en Colombia. Lo primero que se debe hacer es comprar un PIN con un valor de 40.600 pesos. Luego debe esperar al menos un día para que las autoridades verifiquen los antecedentes penales y judiciales, es decir, que la persona no haya tenido riñas o peleas por algún motivo.

Tras esto, el solicitante recibe una citación para que le entreguen los documentos del arma. Debe ir con la cédula, antecedentes penales, extractos bancarios, carta laboral o independiente. Además, deberá presentarse con una fotocopia de la libreta militar o una certificación del uso y manejo de armas de alguna academia.

Por último, debe llevar una carta dirigida al jefe del Estado Mayor de la Segunda Brigada del Ejército explicando la razón por la que solicita el permiso de porte de arma.

Tomada de Elpais.com.co

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Tan fácil como si se tratara de solicitar un crédito bancario o la compra de un accesorio personal. De esta forma, la investigadora del área de seguridad y política criminal de la Fundación Ideas para la Paz y autora del informe sobre el mercado de armas en Colombia, Manuela Suárez, dio a conocer que Colombia es el quinto país del mundo con mayor uso de armas de fuego, frente a casos de homicidios y suicidios.

Para la experta el mercado de armas en Colombia ha sido igual en los últimos 20 años e indica que la cifra de homicidios en el país con arma de fuego en el país no ha disminuido. Por el contrario, se mantiene aproximadamente en un 70% la tasa de homicidios ocurridos con armas de fuego, el 20% restante, se atribuye a hurtos a personas y a comercio.

Tanto la investigadora como otros expertos aseguran que la solución no es armar a la gente, ya que tener estos elementos aumenta la violencia. Además, otro dato para tener en cuenta es la importación de las armas de fogueo y traumáticas, actualmente hay 193 mil unidades y hace 7 años era menos de la mitad. Pues en el país no hay regulación para estas con las cuales se abre una puerta a armas convencionales usando estas como fachada, o para la fabricación de armas hechizas.

En el informe realizado por Suárez se afirma que el 43% de las armas que circulan son hechizas y esto genera una alerta al comercio de armas no letales, que pudiera estar siendo utilizada para traer armas cuyas partes se utilizan para la fabricación de las armas hechizas.

 

Armas al alcance de los más jóvenes

En el mercado sea en tiendas físicas o por internet, existe una gran diversidad de armas de plástico que a simple vista pueden parecer inofensivas, las hay de todo tipo: pistolas de balines, de aire comprimido, las que lanzan algún objeto con una fuerza significativa, entre otras. En apariencia todas se ven muy reales y los fabricantes se esfuerzan para hacerlas más atractivas para niños y jóvenes.

Sin hablar de los precios, algunas muy asequibles, que incluso se consiguen en papelerías de barrio. Sin embargo, la preocupación real es cuando los padres son quienes permiten el uso de las armas y compran estos “juguetes”. Una manera de fomentar la violencia desde una edad temprana, al no diferenciar lo que puede pasar de un juego a una tragedia. A diferencia de un arma de fogueo (que solo genera ruido al accionarse), las traumáticas que expulsan balas de goma, hay indicios de accidentes como pérdida de ojos o lesiones musculares serias.

En los últimos años, la importación de armas de aire y fogueo, que están clasificadas como no letales, creció de forma tan amplia que hoy constituyen el principal tipo de armamento que se trae a Colombia, por encima del de guerra.

Tomada de Eltiempo.com

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El Tiempo conoció una investigación de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) que cuenta cómo ha crecido la importación de estas armas. Al revisar en las bases de datos de comercio internacional de Legiscomex, la FIP encontró que en el 2014 se importaron a Colombia 46.105 armas de aire y 19.050 armas de fogueo, para un total de 65.155 armas no letales.

Para el 2020, la cifra pasó a 15.130 armas de aire y 175.576 de fogueo, para un total de 190.706 armas no letales. Eso significa que entre el 2014 y el 2020, el número de estas armas compradas al exterior creció en un 192,6%, es decir, se triplicó.

Según la FIP, el mercado de estas armas ahora supera ampliamente al de las de guerra, sin que se sepa en qué están siendo usados esos elementos de juguete. Mientras en el 2009 el 70% de las armas que se importaban al país eran las de guerra y el 26% eran las no letales, esa tendencia comenzó a cambiar desde el 2012. Para el 2020, mientras el 0,59% de las importaciones eran de guerra o armas de fuego convencionales, el 98% fueron de aire y principalmente de fogueo.

El problema de que crezca la importación de este armamento es que, advierte la FIP, no hay controles sobre el mercado local e internacional, por lo cual una buena parte podría terminar en el contrabando técnico.

Según el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo, desde el 2019 a la fecha se han incautado 2.758 armas de fogueo, traumáticas y neumáticas. En el 2019 fueron 1.207, en el 2020 se incautaron 1.286 y en lo que va de este año ya van 265 incautadas, un 17 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Muchas de estas armas han sido incautadas a jóvenes que están entre los 17 y los 25 años.

Finalmente, el polémico proyecto tendrá que pasar por cuatro debates antes de convertirse en ley. Los ciudadanos necesitan o no armarse para poderse sentir tranquilos o se necesita un mejor pie de fuerza por parte de las autoridades para mantener la seguridad. Así mismo, el debate que llega a los más jóvenes para que no caigan en bandas criminales para acceder a las armas e incrementen la violencia en las calles.

 

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