By Vivan los empresarios y su capacidad de empuje
En medio de una profunda crisis económica que vive el mundo, los empresarios se llevan un galardón a su capacidad de empuje y aguante en esta dura situación. Y es que no es para menos, pues sumada a la pandemia llega un Paro Nacional, con dos semanas de bloqueos, marchas, actos de vandalismo, cierre de vías, detención del transporte público, entre otras.
Vivan los empresarios, porque han sabido sortear meses en los que la economía los ha tenido al borde del precipicio. Los cierres en las cuarentenas los ha dejado en jaque en muchos sectores, pero con todo y restricciones han sabido reinventarse para mantener empleos e incluso generar otros. Con los cambios, pequeños, medianos y grandes empresarios aprendieron nuevas herramientas para ejecutar sus proyectos.
Los emprendedores y trabajadores informales se reinventaron para no quedarse quietos y conseguir recursos económicos; acudieron a nuevas tecnologías, se acogieron a capacitaciones dictadas por el gobierno, llegaron a nuevos clientes, se trasladaron a la virtualidad y las redes sociales, en fin, han sido cambios y nuevos retos los que han tenido que enfrentar.
Ellos se llevan los aplausos de muchos, pues hacen que progrese el país en medio de tanto caos, con sus ideas poniéndolas en marcha han tenido que pasar horas, días, meses, e incluso años sin tener un descanso. Deberíamos premiarlos porque a pesar de caer en la quiebra, se han vuelto a levantar más fuertes.
A pesar de todo esto, hay quienes no ven el sacrificio del trabajo duro, del trabajo de años, de los ahorros invertidos; no ven cuando sufren por llegar a fin de mes y poder pagar la nómina de sus empleados, esos mismos que no ven todo ese esfuerzo, son los que queman buses, rompen vitrinas, pintan fachadas, incendian estaciones de policía, dañan semáforos; pero no se preocupen, los empresarios con sus impuestos son los que pagan todos estos destrozos.
No hay que olvidar también que con el pago de estos impuestos financian en ocasiones las universidades públicas, algunos proyectos sociales, becas a jóvenes, invierten en proyectos de cuidado al medio ambiente, entre otros.
En Colombia más del 90% de las empresas son pequeñas y medianas, de las cuales miles tuvieron que cerrar sus puertas de manera definitiva en 2020 por los efectos de la pandemia, por el cierre de fronteras y otras restricciones impuestas para poder cuidarnos del covid, algunos pudieron seguir pagando salarios, otros tuvieron que despedir a sus colaboradores.
Actualmente, en 2021 se espera que muchos de estos empresarios puedan reabrir, la reactivación económica que, aunque aun cojea, da señales de esperanza, depende del cuidado de todos; si bien, las circunstancias actuales, hablando del paro nacional, deja incertidumbre entre los que quieren trabajar, en los que madrugan todos los días a conseguir un sustento.
La iniciativa privada sigue en pie de lucha, sacando la cabeza a flote sin importar que otros quieran acabar con sus empresas, ellos siguen luchando por un país con libertades para que los colombianos no tengan que depender de subsidios del gobierno. Vivan los empresarios que no se dejan opacar con publicidad y comentarios falsos que satanizan sus proyectos, no se olviden que son ellos los que generan empleos, los que crean empresa, son la columna vertebral de la economía del país, son la fuerza que necesitamos en estos tiempos.
