Mitos de Cuba
Mitos de Cuba. La espontaneidad de la protesta que se generó en Cuba va más allá de las clásicas justificaciones del castrismo. El bloqueo impuesto por Trump a las remesas es una de las razones, pero hay muchos más factores que indican por qué ahora los cubanos han protagonizado una de las mayores protestas que ha vivido el país desde el el Maleconazo en 1994.
Las sanciones impuestas por el presidente Trump han bloqueado las remesas de 3.500 millones de dólares anuales. Biden, al asumir el cargo, no tiene como prioridad reversar esta política.
El líder demócrata, que se ha distanciado de la política del deshielo iniciada por Barack Obama desde que se instaló en la Casa Blanca no ha tocado ni una sola de las sanciones impuestas por la administración deTrump, ni siquiera, pese a las peticiones de los aliados de la Unión Europea.
El presidente apoyó en un comunicado el «clamor por la libertad» en Cuba y reclamó al gobierno de La Habana «que escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital en lugar de enriquecerse».
Además, la pandemia ha cerrado la industria del turismo. Como resultado, el Gobierno no tiene las divisas que necesita para importar alimentos y medicinas, que ahora escasean. Y no solo medicamentos para tratar el COVID, sino para tratar cualquier enfermedad.
Más de 60 años después de la revolución cubana, el país parece que siguiera viviendo en otra época. Durante más de medio siglo, los isleños han tratado de mostrar al mundo una imagen paradisiaca en educación y salud. Pero, los castristas hablan menos de lo que tanto les hace falta como infraestructuras sólidas, buenos salarios, libertad política, derechos, libertades sociales, el exilio más grande de la historia y el fin de un sistema de vigilancia y control en las calles.
¿La salud, un elogio reiterativo, Mitos de Cuba?
Los Castro han marcado la historia de Cuba y así como han dejado logros también se han visto los fracasos. Uno de los elogios más reiterativos que consigue la isla en casi cualquier escenario es su sistema de salud, público y universal, que la ubica como un referente frente a la mayoría de las naciones de Latinoamérica. La colaboración médica de la isla en otras naciones, la baja mortalidad infantil y el primer lugar del mundo en eliminar la transmisión materno-infantil del VIH/Sida y la sífilis congénita.
Sin embargo, en las últimas dos décadas el servicio médico en Cuba se ha deteriorado dada la falta de medicinas, equipos médicos y las deficiencias estructurales severas en varias instituciones hospitalarias. Falencias a las que el gobierno cubano lo atribuye a las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Estados Unidos. Pero los profesionales de la salud denuncian la desidia del gobierno y las precarias condiciones del sistema de salud en medio de la pandemia.
“La situación no hace más que empeorar con el paso de los días”, menciona el neurocirujano Alexander Pupo, uno de los críticos más prominentes del sistema de salud de la isla. “En Cuba realmente está afectando la covid junto con otras epidemias, como la de sarna, y la hambruna, que es criminal”, afirma.
El problema más apremiante es la escasez de medicamentos. Los profesionales denuncian que la falta de remedios e insumos no tiene precedentes, siendo peor incluso a la que se vivió durante la severa crisis que el país vivó tras el colapso de la Unión Soviética.
Sin embargo, algunos expertos aseguran que los problemas en la Salud se deben a que el gobierno de Migual Díaz-Canel decidió priorizar inversiones en el aparato represivo del Estado. “Lo que destina a la fuerza represiva es más de lo que destina a medicamentos de producción nacional, que tampoco necesitas nada importado, hay fármacos fundamentales que se producían en la industria farmacéutica local y no se destina nada a ello”, dice Manuel Guerra, obstetra del Policlínico Buenaventura de Holguín, también muy conocido por sus frecuentes denuncias en las redes sociales.
Educación para el cambio social
El firme compromiso del gobierno cubano con respecto a la educación es innegable. A pesar de la situación económica, los triunfos educativos son sorprendentes, incluso sus métodos han sido adoptados en 28 países de Latinoamérica, el Caribe, África y Oceanía.
Mark Brenner, especialista en Cuba de la American University, señala que el modelo educativo de la isla es un referente en la región y ha logrado formar por generaciones a una de las poblaciones más preparadas académicamente de América Latina. Sin embargo, Sebastián Arcos, director del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad Internacional de Florida, cuestiona que el acceso a ciertos niveles de enseñanza se limita a la condición de «ser revolucionario» y recuerda casos de expulsiones de estudiantes por expresar criterios contrarios a los del gobierno. Mitos de Cuba
Según Arcos, «es un país donde las escuelas se utilizan para adoctrinar a la gente desde muy jóvenes y donde se ponen los valores comunistas por encima de los valores de la enseñanza». Mitos de Cuba
Sumado a esto, aunque el estado dedica gran parte del presupuesto nacional a la enseñanza, parece insuficiente. Los maestros, que en buena medida son profesionales graduados en universidades pedagógicas, están mal pagados. Mitos de Cuba
También el éxodo de profesionales de la educación a otras ramas con mejores salarios es una realidad que golpea, pero es comprensible. Además, a diferencia de otros profesionales, los maestros y profesores difícilmente puedan acceder a múltiples empleos, pues tienen que permanecer toda la jornada en sus puestos de trabajo.
¿Un país seguro o vigilado?
En temas de seguridad, según varios organismos internacionales, incluso como también lo ha reconocido en decenas de alertas de viajes el Departamento de Estado de EE.UU., Cuba es uno de los países más seguros de Latinoamérica y el Caribe. En Cuba es muy común ver policías patrullando calles o cuidando esquinas. El portal Data World, que compila datos oficiales, la ubicó por años como el lugar más seguro para visitar por estadounidenses, en comparación con otros destinos turísticos populares.
Arcos, reconoce los altos niveles de seguridad en la isla, considera que estos se deben al «sistema represivo, de vigilancia y control» que ha establecido el gobierno cubano. «Es un estado policiaco, dedicado a la seguridad y al control de las personas. Han creado mecanismos para que la gente tenga miedo y han llegado a hacer que casi todos los cubanos sientan que son vigilados o que alguien los escucha cuando hablan por teléfono», sostiene.
Una economía estancada en el tiempo
Con el paso de los años se han ido haciendo más evidentes un mayor número de falencias, como el tema de la economía cubana, la cual al parecer este proceso iniciado por Fidel Castro en 1959 ha sido un fracaso. El politólogo cubano Carlos Alzugaray menciona que, «la gran falencia o lo que quedó pendiente de esos 60 años es que todavía no se ha alcanzado esa sociedad próspera y sostenible que se planteó alguna vez, lo que significa que todavía haya muchos asuntos pendientes en materia de vivienda, en materia de alcanzar niveles de vida aceptables para todo el mundo», opina.
También el economista cubano Mauricio De Miranda Parrondo, profesor de la Universidad Javeriana de Cali, considera que un error fundamental en este sentido fue «el desconocimiento de las leyes de la economía» por parte del gobierno.
Pero su economía, que ya estaba siendo afectada por las sanciones de Estados Unidos y la mala gestión gubernamental, era particularmente vulnerable a la posterior devastación económica. Con la llegada de la pandemia y que las naciones cerraron los aeropuertos y bloquearon las fronteras para combatir la propagación del virus, los viajes de turistas a Cuba se desplomaron y la isla perdió una importante fuente de divisas, lo que la sumió en uno de los peores déficits de alimentos en casi 25 años.
Los alimentos suelen encontrarse únicamente en tiendas gestionadas por el gobierno, que se abastecen de importaciones y cobran en dólares. Incluso en estas tiendas, la mercancía es escasa y los precios pueden ser exorbitantes. Y la dependencia en las tiendas en dólares, una medida destinada a apuntalar la revolución socialista en un país que se enorgullece del igualitarismo, ha exacerbado la desigualdad económica, dicen algunos cubanos. Mitos de Cuba
La economía de Cuba ya estaba en problemas antes del coronavirus. El gobierno de Donald Trump ha trabajado duro para fortalecer el embargo comercial que lleva décadas y ha ido tras las fuentes de divisas de Cuba. También sancionó a las compañías de buques petroleros que entregaban petróleo a Cuba desde Venezuela y redujo los vuelos comerciales de Estados Unidos a la isla. Las remesas enviadas por los cubanos que viven en el extranjero comenzaron a secarse ya que la enfermedad provocó enormes pérdidas de empleo en Estados Unidos.
Eso dejó al gobierno cubano con muchas menos fuentes de ingresos para comprar los productos que vende en las tiendas estatales, lo que provocó una escasez de productos básicos en toda la isla.
Una mirada a otras realidades
Como si fuera por la Red Femenina de Cuba (RFC) y la Alianza Cubana por la Inclusión (ACI) auguraron un año 2021 difícil para las mujeres en la Isla debido a la crisis social y económica, que «traerá consecuencias muy negativas para las familias». Las organizaciones independientes realizaron una llamada de alerta sobre los retos que todas las mujeres cubanas tendrán que afrontar como la violencia de género, la represión, así como la carga psicológica y lo que más preocupa a ambas organizaciones que ocurra un repunte de la prostitución infantil, pues temen que los índices se incrementen debido a la crisis económica que atraviesa Cuba, donde la corrupción de menores no es tipificada como un delito.
Aunque el gobierno niega que en Cuba exista la prostitución infantil, quienes la ejercen aseguran que el promedio de edad para iniciar en el oficio es de entre 12 y 13 años, uno de los principales atractivos que encuentran los extranjeros en la isla desde hace años.
La prostitución consentida es de los servicios más comunes que ofrecen las cubanas, sin embargo, la explotación sexual infantil que el gobierno niega y esconde con mentiras, según un análisis publicado por el servicio informativo Infolatam hace más de una década, deja en claro que no se ha hecho mucho por generar políticas que castiguen estas acciones.
Este informe realizado por el periodista español Vicente Botín, sostiene que Cuba se ha convertido en imán para hombres ansiosos de tener sexo con niñas. En las calles de La Habana descubrieron un mundo sórdido y atroz donde por apenas $30 dólares se pueden tener relaciones sexuales con menores de edad. Además de toda una red que contribuye al acceso de estos servicios como lo son empleados de hotel, taxistas y proxenetas.
Otros informes elaborados por organizaciones como Fin a la Prostitución y el Tráfico de Niños (End Child Prostitution and Trafficking) o documentos del Departamento de Estado de EE.UU. denuncian la laxitud de las autoridades cubanas frente al asunto.
El turismo sexual en Cuba, sobre todo con menores de edad, llevó a la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU) a apoyar e instar al cumplimiento de las obligación de los Estados Miembros de actuar eficazmente para la erradicación de la explotación sexual de niños a través de medidas de prevención, rendición de cuentas y rehabilitación, así como de realizar campañas necesarias de sensibilización para reducir la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía..
Los derechos humanos, por pasar a otro tema, es uno de los más controversiales que se generan entre quienes apoyan o critican la Revolución cubana. Con el paso de los años, diversos organismos internacionales y críticos del gobierno han denunciado lo que consideran violaciones sistemáticas, que van desde la falta de libertad de prensa hasta el encarcelamiento o la persecución de opositores políticos, algo que el gobierno y sus seguidores niegan.
Otras organizaciones, como Amnistía Internacional o Human Right Watch también publican periódicamente informes en los que cuestionan el estado de los derechos humanos en la isla, pero tampoco se evidencian acciones que castiguen a quienes los vulneran, los informes quedan en papel y la justicia en estos casos nunca llega. El gobierno cubano asegura, por su parte, que pocas naciones del mundo respetan los derechos humanos como ellos y tilda a los opositores de ser «mercenarios» al servicio de Estados Unidos.
La Cuba del 2021- Mitos de Cuba
Después de la muerte de Fidel Castro en 2016, el retiro de Raúl Castro pasa una página histórica en la isla, en donde la mayoría de los habitantes no han conocido otros dirigentes fuera la de los conocidos revolucionarios. En las calles de La Habana, sin turistas debido a la pandemia, los cubanos parecen más preocupados por la escasez de alimentos, las largas filas frente a los supermercados y la espiral inflacionaria que desató la reciente unificación de las dos monedas que tenía el país. Mitos de Cuba
En los últimos meses, Cuba ha experimentado una inédita agitación social, impulsada por la llegada reciente del internet móvil, con manifestaciones de artistas, protestas de disidentes y movilizaciones de otros sectores de la sociedad civil como los defensores de los animales. Además, la salida de Raúl Castro, lógicamente que entraña un vuelco histórico más o menos visible en lo inmediato. Mitos de Cuba
En su intento de renovar los derechos de los cubanos, el nuevo presidente (ilegítimo), Miguel Díaz-Canel, aprobó una nueva Constitución gracias a la decisión tomada en el Parlamento. Pero dichos avances democráticos han sido criticados, y muchos se preguntan si la presencia del castrismo seguirá sintiéndose en la opinión pública, los medios de comunicación y la vida diaria.
¿Cuál es el resultado 60 años después? ¿Un país del que se calcula que han emigrado más de 3 millones de personas, que está devastado, con las familias separadas, con una economía que no funciona, con jóvenes que solo quieren irse a otro lugar? ¿Cuál ha sido el impacto en el ser humano? Son preguntas que a diario surgen por parte de quienes se quedan y los que se van sin saber si algún día podrán volver o saber de sus familias.