El perdón social ¿tenemos que convivir con victimarios?
El perdón social se le ha comenzado a poner muchas arandelas con el paso de los días.
¿Qué es el perdón social? El concepto de perdón social proviene del filósofo francés Jacques Derrida, quien planteó como una probabilidad utópica de alcanzar la paz y reconciliación entre los seres humanos, mediante un perdón amplio y generoso. El perdón social
Perdonar lo imperdonable desde el punto de vista ético. Un perdón subjetivo. Como un perdón que la sociedad otorga para dejar atrás el odio y el deseo de venganza.
Para no continuar con la Ley del Talión, ojo por ojo hasta que todos quedemos ciegos o muertos por el rencor. Pero lo desligó del perdón del derecho, judicial, que considera irreductible.
A portas de las elecciones se ha propuesto la posibilidad de aplicar ese perdón en Colombia, que incluye la verdad, y el compromiso de no repetición.
Funciona el perdón social para Colombia- El perdón social
La pregunta es si en este momento de la historia el país se necesita un perdón generalizado como el que se plantea.
Hoy por hoy, ya se dio un relativo perdón a los paramilitares. Y un perdón más amplio a los guerrilleros. ¿Ahora quiénes faltan por perdonar? ¿Los corruptos tal vez? ¿Criminales y violadores?
De cierta manera, una propuesta como la del ‘perdón social’ cuestiona las instituciones creadas por el Acuerdo de Paz, como la Comisión de la Verdad, la de Justicia Especial de Paz (JEP).
Estas dos cumplen ese papel de justicia restaurativa que el candidato Gustavo Petro está reclamando con su polémica propuesta.
O sería aún más controvertido si su propuesta busca que “todos” pidan perdón.
Por momentos se parece a la narrativa de las Farc, cuando estaban en el proceso de paz, que parecían querer que toda la sociedad asumiera culpas para poder justificar el hecho de haber tomado las armas o tal vez, quién sabe, tranquilizar su conciencia.
¿Cuáles son los efectos del perdón social? – El perdón social
Si se toma al pie de la letra la frase del “perdón generalizado”, como también lo llama el candidato, significaría que saldrían de prisión 100.000 presos.
Surgen preguntas como ¿a quiénes acogería? ¿desde cuándo? ¿por cuáles delitos? ¿Un genocidio se puede perdonar, pero no el robo de dineros públicos, que impidieron la inversión social, la carretera, el alimento escolar de calidad o el hospital que salva vidas?
¿Qué crímenes son imperdonables? Recordemos que tenemos violadores, asesinos, corruptos, mafiosos y muchos más.
Llama la atención que en los últimos días Gustavo Petro fue una de las personas que se opuso a la extradición de Otoniel, el capo del Clan del Golfo.
Por supuesto, Petro lo justificó diciendo que las víctimas tienen derecho a conocer la verdad, pero eso no es lo que ha venido ocurriendo.
Hasta ahora, en general, los extraditados han confesado muchos de sus crímenes desde Estados Unidos.
Otro punto que ha mencionado Petro en su eje de perdón social es indultar a los integrantes de la primera línea que se encuentran presos, a modo de hacer un proceso de indulto para quienes han sido perseguidos injustamente por manifestarse.
Más allá de la protesta, estos integrantes realizaron actos de vandalismo, violencia, perturbación del orden público, miedo, actividades ilícitas como el microtráfico, se atentó contra la Fuerza Pública, bloqueos, caos y destrozos en diferentes ciudades del país.
Entre los dilemas éticos que plantea el perdón social, surge la duda sobre quién o quiénes pueden o deben perdonar, a nombre de quien, y qué crímenes pueden ser perdonados y en qué condiciones es factible conceder el perdón.
Una propuesta que genera controversia y como consecuencia pretende invertir los valores de la sociedad, premiar a los victimarios y contrariar a quienes han estado dentro de la legalidad.
Se puede decir que se trata de promover la impunidad, la violencia y las vías de hecho.