Colombia el país de las mariposas
Colombia el país de las mariposas, está llena de colores gracias a la más grande diversidad de mariposas. Coloridas, juguetonas y delicadas vuelan en las selvas de la Orinoquía, la Sierra Nevada de Santa Marta, los cielos de Chocó y las montañas de la región andina, un total de 3.642 especies habitan nuestro país.
Dueñas de una belleza indescriptible han sido reunidas en un estudio publicado por el Museo de Historia Natural de Londres, gracias al trabajo de un grupo internacional de científicos que las registró en el documento «Mariposas de Colombia, lista de chequeo».
El 20% de las especies de estos insectos están en Colombia y son considerados por algunos expertos como un éxito evolutivo, pues llevan alrededor de 250 millones de años en la Tierra y son clave para los diversos ecosistemas en los que habitan.
Con la publicación del documento, Colombia es oficialmente reconocida por tener la mayor cantidad de especies de mariposas en el mundo, una posición que ya ocupa para las aves y las orquídeas.
¿Por qué son importantes las mariposas? Colombia el país de las mariposas
Estos animales son indicadores ecológicos de la calidad de sus hábitats. Con la información de su presencia en determinadas regiones es posible predecir los cambios del clima y la pérdida de los bosques afectan sus poblaciones en el mundo.
De igual forma, son importantes en las cadenas tróficas como alimento para otros animales como lagartos o aves, ayudan a reciclar la materia orgánica y son grandes polinizadores de plantas.
¿De dónde viene el color de las mariposas?
Lo más lindo de las mariposas es ver sus alas de colores. Esta gama de tonalidades puede tener dos causas: los pigmentos que tiñen las células o el comportamiento de la luz cuando choca contra las alas.
Los colores pigmentarios se deben principalmente a sustancias llamadas melaninas y pterinas, que dan todos los colores negros, grises, los tostados, marrones, pardo rojizos y amarillentos.
En las mariposas se da también un fenómeno que se conoce como mimetismo críptico, que es su habilidad de camuflarse adoptando otros colores para defenderse de los depredadores. Por ejemplo, las mariposas del género Kallima son famosas por sus alas porque dan la apariencia de una hoja seca.
Bogotá y su top 10 de mariposas
Aunque en Bogotá reina una selva de concreto, la ciudad conserva una fauna increíble. Y en medio del caos y el afán del día a día, vuelan sobre nosotros las 10 mariposas más hermosas:
- Colias dimera o Amarilla de la sabana: Esta mariposa es común verla en áreas abiertas en zonas pastizales y bordes de potreros.
- Leptophobia aripa o Mariposa blanca de montaña: Se pueden encontrar en grandes cantidades en huertas orgánicas o en cultivos de legumbres donde es difícil manejarlas por su gran capacidad de reproducción.
- Papilio polyxenes: Una de las mariposas de mayor tamaño que se puede observar (8-9 cm). Son de vuelo rápido cuando se desplazan.
- Hemiargus hanno bogotana o Pequeña Azul: Es de las más pequeñas en el país (1 cm). Los machos dorsalmente son azules y las hembras de color café, se encuentran en potreros y áreas abiertas.
- Altinote chea o Negra y Rojo: Es de vuelo relativamente ágil, se puede encontrar en lugares campestres donde aún se conserva vegetación nativa o plantas “Botón de oro” que se convierte en su nicho natural.
- Dione glycera o Espejito: Es la especie más común en Bogotá y sus alrededores. Se encuentran en patios de casas y pequeñas huertas.
- Vanessa virginiensis o Vanesas: Esta es una de las más comunes. Se puede ver volando sobre ortiga común, jardines y huertas en su época de reproducción.
- Panyapedaliodes drymaea o Mariposa del Pasto: Se ven a lo largo de caminos veredales, rutas de senderismo abiertas y carreteras terciarias.
- Steremnia pronophila: Es muy similar a la anterior, pues ambas pertenecen a la misma subtribu taxonómica (Pronophilinii).
- Lymanopoda samius o Azul del Chusque: Es llamativa por su coloración azul metálico, se le puede ver volando en las quebradas donde se encuentra la planta llamada Chusque.
En general cada especie tiene una historia particular, son las ‘rarezas’ de nuestro país. En algunos casos son difíciles de encontrar o se conoce muy poco de ellas pues solo se han visto y recolectado un par de veces.
Los bosques de nuestro país son sus principales hábitats para estas pequeñas especies, entender que no son simples insectos que podemos atrapar o lastimar permite que sigan aumentando el número de especies que contribuyen al ciclo de la naturaleza y su conservación.