Halloween en Colombia, mitos y leyendas
En un país de mitos y leyendas populares como Colombia, resulta curiosa la gran popularidad de una festividad importada como el Halloween o ‘Día de las Brujas’.
Esta celebración tiene una historia que proviene de una antigua tradición celta que marcaba el año nuevo.
Durante tres días, del 31 de octubre de al 2 de noviembre, se creía que la brecha que divide el mundo de los espíritus al de los humanos se hacía más estrecha, por lo que los espíritus podían caminar entre nosotros.
¿Qué significa Halloween?
La palabra en sí misma es la contracción del término en inglés ‘All Hallows Eve’ traducida literalmente como la ‘Noche de todos los Santos’.
Fue tomada hace varios siglos como resultado entre las tradiciones cristianas y las paganas, sobre todo de la cultura Celta.
Desde entonces, bajo la creencia de que, en esta noche, los santos tienen una especie de conexión con el mundo de los vivos, se hacen ofrendas y rituales en todo el planeta.
Halloween en Colombia
En Colombia, está enfocada principalmente en los niños que van por las calles disfrazados de sus personajes favoritos.
Comiendo y pidiendo dulces al son del ya tradicional “triqui, triqui Halloween, quiero dulces para mí”, la noche se hace divertida para ellos.
Los colombianos tenemos una tradición que no asusta. Importamos el Halloween y lo volvimos una fiesta. Nuestra celebración no es de miedo, ni de espantos.
En la actualidad Halloween es un día donde se venden el 60% de los disfraces y una de cada cuatro personas entre los 18 y 35 años se disfraza en esta fecha.
Los grandes beneficiarios son los comerciantes de caramelos, chocolates, disfraces y sitios de fiesta, debido a que es una gran oportunidad comercial.
¿Cómo surge Halloween?
La celebración original nació en la cultura Celta, especialmente en las Islas Británicas.
En octubre celebraban una fiesta especial llamada el Samhain, o ‘fiesta del fin del verano’, que coincidía con el fin de año celta.
En esta zona del mundo, los frutos que se recogen en esta época son los frutos secos, además de las calabazas, calabacines y zapallos.
¿Te suena conocido? Pues sí, es esta la razón por la que la calabaza se convirtió con el paso del tiempo en una imagen popular del Halloween.
Los disfraces y máscaras se remontan a esta época. Se creía que, en el tránsito entre el mundo de los vivos y los muertos, una que otra alma negativa se podía colar.
Entonces usaban mascaras terroríficas para espantar a esos espíritus que volvían para hacer daño.
Cuando se dio el sincretismo con el cristianismo, estas prácticas fueron abolidas por impuras y paganas. Para muchos el Halloween continúa siendo una connotación negativa.
10 disfraces para Halloween inspirados en mitos y leyendas
¿Aún no sabes que disfraz usar para Halloween? Estos personajes protagonistas de mitos y leyendas tradicionales de Colombia te pueden inspirar:
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El Mohán
Ojos brillantes, uñas largas, cuerpo cubierto de pelo y musgo. Así es el mohán, un hombre viejo que se esconde entre montañas, ríos y quebradas, y que es capaz de beneficiar a pescadores con abundantes pescas siempre y cuando ellos le dejen ofrendas de tabaco sobre las piedras de los ríos.
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El hombre caimán. Halloween en Colombia
Cuenta la leyenda que un joven tenía una fascinación por observar mujeres que se bañaban a las orillas del río. Con la ayuda de un brujo y un ungüento consiguió transformarse en caimán para espiarlas más cerca, un día el ungüento solo alcanzó para transformar su cuerpo y su cabeza permaneció humana.
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La llorona
Se trata del espíritu de una mujer condenada a lamentarse por haber asesinado a su propio hijo recién nacido, lo dejó cerca de un riachuelo y la corriente se lo llevó.
Los campesinos la describen como una mujer con rostro delgado, cabello largo y desordenado, ropa sucia, llanto desgarrador y en sus brazos lleva a un niño muerto.
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El silbón. Halloween en Colombia
Habitantes de los Llanos Orientales aseguran haber visto al silbón, un hombre alto, flaco y con sombrero, lleva un viejo saco repleto de los huesos de su padre. Mientras silba notas musicales va en busca de borrachos y mujeriegos.
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El Sombrerón
De rostro diabólico, vestido de negro, montando a caballo y con un gran sombrero en su cabeza. El Sombrerón aparece en los pueblos persiguiendo a personas que tienen malos hábitos de vida, como la bebida en exceso.
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La patasola
La patasola es una mujer de ojos locos y desorbitados, colmillos felinos, brazos largos y muslos unidos en una sola pata que termina en una pezuña de bovino, que se devora a los hombres que pasan por las selvas de los Andes huilenses.
Se dice también que es la gran defensora de los animales montaraces y logra desorientar a quienes los persiguen a ellos o a ella.
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Guatavita y la Leyenda de El Dorado
La leyenda de El Dorado narra la historia del cacique muisca Guatavita que descubrió a su esposa cometiendo adulterio, así que ordenó matar al amante y a su esposa a comerse el corazón de este. La cacica huyó y se sumergió en una laguna para convertirse en diosa, a la que muiscas ofrendaron oro por doquier.
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Cura sin cabeza
Leyenda popular en Colombia y América Latina. Se trata de un sacerdote que camina de noche, vestido con su sotana, pero sin cabeza.
Cuentan que fue cura en tiempos de la colonia y fue decapitado por sus malos hábitos y desde entonces fue condenado a vagar como espíritu.
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La madremonte
Es una esbelta mujer guardiana de la selva. Hace presencia en área rural del Caquetá. Su misión es impedir el atropello del hombre contra la fauna y la flora. Su presa favorita son los cazadores.
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El mandinga
Este es el mismísimo patas en persona. En Colombia se dice que se trata de un hombre que atrae a las mujeres. Pero en un momento de la noche se reconoce al personaje porque sus pies se convierten en patas de chivo.