Socialismo comunismo y populismo
Si usted ha estado en alguna conversación familiar donde empiezan a hablar de política, es usual que alguno de los participantes mencionen algunos términos como ‘socialismo’, ‘comunismo’ o ‘populismo’ y que usted le cueste muchas veces entender la diferencia entre estos.
Esta es una guía práctica para comprender, de manera sencilla, cada uno de estos términos.
¿Qué es el socialismo?
El socialismo se define comunmente como ‘la posesión pública de los medios de producción y el control colectivo y planificado de la economía en pro del interés general’.
La idea originaria era que es a causa de la propiedad privada que existen desigualdades materiales entre las personas de una sociedad.
Los medios de producción son aquellos necesarios para la producción de bienes y servicios finales. Un ejemplo para comprender esto sería, por ejemplo, la tierra, pues es utilizada como un medio para producir alimentos.
El socialismo, pues, busca que no haya propiedad individual de la tierra, sino que sea colectiva y por definición, que sea controlada por el Estado.
Esto con el fin de que se dé ya no solo una igualdad de oportunidades, sino una real igualdad material, por medio de la redistribución de la producción.
Y en segundo lugar, el control colectivo y planificado de la economía: todos los individuos someten sus derechos en función de la voluntad general.
En este último punto el socialismo quiere erradicar la lucha de unas clases contra otras, por medio de la centralización de todos los instrumentos de producción en manos del Estado.
Su objetivo final es entonces alcanzar una sociedad sin clases, sin propiedad privada de los medios de producción, sin dinero y donde cada cual trabaje según sus capacidades y se le dé a cada cual según sus necesidades.
¿Qué es el comunismo? Socialismo comunismo y populismo
El comunismo, de manera muy simple, es el estado final al cual quieren llegar los que aplican el modelo socialista.
Una forma de vida en que se colectivizan todas las posesiones y se redistribuye todo lo producido, no según el trabajo o el esfuerzo, sino según las necesidades de cada integrante de la sociedad comunista.
En este estado ya no existen clases sociales, todos son iguales materialmente hablando.
Sin embargo, esto es una simple utopía, pues nunca se ha llegado a una sociedad de este tipo donde no hayan desigualdades.
Tales experimentos siempre terminan con unos gobernantes, la élite, con grandes privilegios, y unos gobernados, los súbditos, viviendo con las carencias más básicas de alimentos, vivienda, salud y demás.
¿Cómo llegar ahí?
Existen muchas propuestas para llegar a esa sociedad sin clases. Estas serían las principales:
- La expropiación de la propiedad de la tierra y su empleo como renta para los gastos del Estado
- Expropiación de la empresa privada y su correspondiente estatización
- Fuertes impuestos progresivos
- La supresión del derecho de herencia
- Confiscación de la propiedad privada de los opositores y críticos
- Centralización del crédito en manos del Estado instaurando un solo banco nacional
- Centralización del transporte en manos del Estado
- Monopolio de los medios de comunicación
¿Qué es el populismo? Socialismo comunismo y populismo
El populismo ya no es tanto una ideología política, mas sí es una forma de hacer política.
En esta se pretende escuchar los intereses y las demandas de la población que tiene el poder de elegir a sus líderes.
Sin embargo esta es la fachada con el único objetivo de tomarse el poder: prometer cosas irrealizables, ser un líder carismático, mencionando que viene del ‘pueblo’ y que por lo tanto sufre las mismas carencias que este.
Generalmente esta estrategia se sustenta en el discurso de la igualdad material de las personas y en el desprecio a la intelectualidad; la solución está en hacer lo que dice el pueblo.
¿Se ha intentado aplicar el socialismo?
Efectivamente, el siglo XX estuvo inundado de intentos de socialismo alrededor del mundo; al igual que el XXI en este hemisferio.
Uno de los más duraderos fue el experimento soviético que duró 70 años y que finalizó no por un ataque o una guerra directa, sino por una implosión a causa de su intrínseca insostenibilidad.
Los distintos experimentos socialistas terminaron todos en fracaso: ahí están todos los Estados al oriente de la Cortina de Hierro, al igual que Cuba, Venezuela o diferentes Estados asíaticos, como Camboya, Vietnam o China.
Este último, sigue considerándose socialista, sin embargo su sistema económico dista mucho a lo que se describió como socialismo al comienzo de este artículo.
El fracaso del socialismo se debe sobre todo a la suposición de que la centralización de la economía y su planificación de todas las actuaciones en este ambiente pueden ser controladas por un órgano rector.
Cuando se pretende realizar esto se restringe la función empresarial de los individuos de una sociedad, dejándole encargada esta tarea al Estado. Es decir que se elimina el mercado, la interacción de todos los individuos en la economía, con la idea de remplazarlo por un centro que pretende planificar todas esas interacciones.
Esto es imposible, ya que un solo órgano no tiene la capacidad para remplazar las interacciones de todos los integrantes de una sociedad, ni mucho menos tiene toda la información, dispersa en cada miembro de esa sociedad, para que su coordinación económica pueda ser efectiva.
Adicional a esto, la información necesaria para hacer una coordinación y planificación económica, que ya de por sí es de un volumen tal que es imposible que sea concentrada en un solo órgano, se modifica todo el tiempo y se crea otra adicional cada segundo que pasa.
Una economía socialista, entonces, no tiene la capacidad de averiguar cuáles son los mejores medios, los más económicos y de mayor calidad para alcanzar los objetivos deseados en cada uno de los rubros.
Un buen ejemplo es lo que actualmente está sucediendo en Venezuela, en el que el gobierno es incapaz de satisfacer las demandas más elementales de sus nacionales; de ahí que se vean estanterías vacías, filas de personas buscando y esperando comida y otros productos y servicios básicos.