By “Champalanca Pedagógica”
Champalanca Pedagógica se trata de una travesía pedagógica que busca fortalecer la educación mediante el rescate de los usos y costumbres ancestrales sin descontextualizar a los estudiantes del mundo globalizado y cambiante en el que viven.
La “Champalanca pedagógica” es un proyecto que busca implementar la formación de conciencia étnica y que fue desarrollado a través de la metáfora de la champa, embarcación utilizada por los ancestros para movilizarse por los ríos y quebradas de la región, y la palanca, que es un trozo largo de madera con el que se impulsa la embarcación cuando transita por zonas difíciles como los remolinos.
Uno de los objetivos que tiene este proyecto es que las personas afrocolombianas y, en especial, los niños y jóvenes del Chocó no se avergüencen de quienes son, sino que conozcan y valoren de dónde vienen y proyecten su futuro y el de sus comunidades.
En los últimos años, el Gobierno ha venido trabajando para mejorar la educación de la población afrocolombiana, e incorporar su dimensión étnica en el sistema educativo. Desde la Ley 70 de 1993 se aborda la cuestión de la educación para las comunidades negras en tres dimensiones: la educación autónoma, la educación para la competitividad y la educación intercultural o etnoeducación.
Sin embargo, la etnoeducación no sólo es una propuesta pedagógica que busca resolver problemas de orden material, por el contrario, pretenden educar desde el enaltecimiento de los valores culturales, los principios sociales y, los procesos territoriales y particulares de cada comunidad. Estos programas no sólo buscan la construcción y consolidación de identidades étnicas, sino que pretenden incentivar una educación multicultural y diversa.
Foto tomada de TW @SEDChocó (Secretaría de Educación Departamental del Chocó
Los sueños de los más jóvenes del Bajo Atrato
Los maestros aquí ven la escuela no solo como el lugar en el que prima el conocimiento científico y tecnológico o el desarrollo de habilidades para lo laboral; sino que también incentivan a los niños y jóvenes a verlo como un espacio para la formación humana y para el arraigo de la propia cultura a partir del reconocimiento, valoración y promoción de su propia historia.
En la Champalanca Educativa participan cerca de 13.500 personas, habitantes del Bajo Atrato en los Municipios de Carmen del Darién y Riosucio, entre ellas pobladores, estudiantes, padres y madres de familia, sabedores, maestros tradicionales culturales, adultos mayores y otros miembros de las comunidades. Allí, el 60% son afrodescendientes, el 25% mestizos y el 15 % indígenas de los pueblos emberá chamí y emberá katío.
Este modelo etnoeducativo recoge las ideas, conceptos, percepciones y, sobre todo, los sueños y expectativas educativas de los pobladores de las comunidades afro que, en los últimos 20 años, han enfrentado numerosos problemas administrativos y la violencia de los diferentes actores armados.
Estos modelos educativos para niños y jóvenes no solo deberían ser implementados en esta región, sino en cualquier comunidad negra, puesto que la importancia de una cátedra sobre estudios afrocolombianos es necesaria para que haya una reconstrucción de su identidad cultural.
¿Qué hace diferente a este modelo educativo?
Champalanca está fundamentado desde la idea de la educación como una práctica libertaria y defensora, donde el conocimiento y la experiencia de los sabedores de la región, entre ellos los adultos mayores, parteras, curanderos, fueron integrados en esta labor.
La organización, tanto de los maestros como de la malla curricular, fue completamente distinta a la tradicional, transformando tanto la orientación de los maestros como el uso de conceptos. Las estrategias más relevantes que se organizan son temas fundamentales como:
- Cosmovisión y espiritualidad
- Etnodesarrollo y producción
- Identidad, sociedad y naturaleza
- Comunicación y lenguaje
- Mundo artístico – estético
- Mundo matemático
Por último, los retos y las perspectivas que tiene una iniciativa como Champalanca, es poder brindarle a niños y jóvenes la posibilidad de darles una buena educación, una capaz de trabajar desde las condiciones culturales, sociales y políticas particulares de las comunidades y sus territorios, pero así mismo, es poder trabajar en la consolidación de proyectos similares pero en todas las comunidades negras y así poder llevar a más regiones una pedagogía que celebre la diferencia y la multiculturalidad.
