By La inflación generada por los bloqueos
Desde marzo de 2020 el país ha vivido una coyuntura muy problemática. Por orden del gobierno nacional y los gobiernos locales los colombianos tuvimos que permanecer en nuestras casas por más de tres meses y luego de este tiempo las restricciones solo se aflojaron un poco, hasta el día de hoy en el que aún continúan vigentes algunas. (La inflación generada por los bloqueos).
Como es lógico, la cuarentena y las restricciones a la movilidad que le siguieron, afectaron críticamente a la gran mayoría de los negocios colombianos, con algunas excepciones como los negocios de domicilios o de compras por internet.
A pesar de toda esta destrucción de empresas y de empleos, los negocios ya empezaban a pararse y a sacudirse la crisis en este primer trimestre de 2021. Pero las calamidades no han cesado para el sector productivo, porque solo unos meses después enfrentaron el paro nacional más largo en la historia del país.
Los registros indican que en las semanas más críticas de las movilizaciones, desde el 28 de abril hasta el 4 de junio, se dieron 12.478 actividades de protesta en todo el territorio nacional. Claramente, las protestas y movilizaciones son actos legítimos de una población insatisfecha; cosa que no hubiera afectado de manera negativa a la mayoría de la población, si no fuera porque estas vinieron acompañadas de bloqueos permanentes de las principales vías del país.
Para estos mismos días registrados se dieron un total de 3.190 bloqueos de las comunicaciones viales del país, que trajo como consecuencia grandes afectaciones al bienestar general de los colombianos.
Para que se entienda bien, estos bloqueos trajeron una nueva crisis económica al país. Irónicamente, estos manifestantes que participaron en los bloqueos y que demandaban mejorías a sus vidas y las de sus familias, contribuyeron a que gran cantidad de empresas cerraran, a que varios trabajos terminaran y a que la calidad de vida de la mayoría de los colombianos empeorara.
Según el ministro de Hacienda, a 13 de junio, las pérdidas se calculan en unos 11,9 billones de pesos; lo que significa que los pobres de Colombia, que a finales de mayo se calculaban en 21 millones de personas, probablemente sean muchos más.
Prácticamente todos los sectores económicos del país están en rojo; por ejemplo Fenalco menciona que el 30 % de las pérdidas generadas por el paro nacional son del sector del comercio, oscilando estas entre 12 a 15 billones de pesos.
El sector agropecuario también ha manifestado pérdidas de 3,8 billones de pesos, afectando principalmente a la población más vulnerable de Colombia, que hace parte de este sector.
Según la ANDI (Asociación Nacional de Empresarios), el 84 % de las empresas de Colombia se vieron “mucho” y “bastante” afectadas por estos bloqueos, y cerca del 75% sostienen que su producción se vio afectada, disminuyendo sus ventas en un 91%.
En consecuencia la inflación generada por los bloqueos
Por todos estos daños del sector productivo del país, la población en general también fue afectado: los bloqueos llevaron a que los productos no lleguen a sus lugares de destino, ni que los insumos lleguen a las empresas que los necesitan para su transformación final. De ahí, los bloqueos empujaron la inflación hacia arriba, sobre todo de los alimentos que los colombianos consumen todos los días.
Según el DANE, esta inflación afectó sobre todo a los más pobres en 1,49%, mientras que las familias más ricas solo fueron afectadas en el 0,49%.
Las protestas, que iniciaron por las exigencias de unas personas que buscaban exigir al Estado soluciones para la mejora de sus vidas, terminaron causando todo lo contrario a todos los colombianos, sobre todo a los más pobres. Esto se llama ironía.
